El gobierno vasco está a punto de aprobar un Decreto, si no lo ha hecho ya, por el cual el sector público vasco estará “obligado a ver y coger del directorio las soluciones, totales o parciales, que hay disponibles para adaptarlas a sus necesidades”. Y si no van a aprovechar nada o pretenden crear un nuevo programa, “deberán argumentar por qué no lo hacen o qué tiene de especial ese software".
El Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas parece que va a la zaga y también va a
aplicar una normativa similar al gobierno vasco.
Y digo yo al
respecto, que me parece una gran medida porque
de todos es sabido el constante “reinventar la rueda” en nuestro ámbito laboral.
Sin embargo, a la hora de aplicarlo hay que tener mucho cuidado y saber
diferenciar adecuadamente proyectos que son susceptibles de ser reutilizables de
los que no.
En aplicaciones de
desarrollo que sustenten líneas verticales, es decir del negocio, va a ser muy
complicado poder reutilizar otros proyectos similares. Tomando como ejemplo mi ámbito puedo tener una
aplicación para gestionar sanciones y quizás en otro Ministerio ya dispongan de
una herramienta similar, sin embargo la casuística será lo
suficientemente diferente como para no plantearse una reutilización. Y aquí es donde yo quiero dar mi
opinión de forma tajante:
En condiciones normales, la
reutilización en los proyectos de desarrollo SW verticales sólo es aplicable cuando se ajusta de forma completa y
perfecta con el propósito buscado. Los servicios ofrecidos de forma no intrusiva
son los que mejor se adaptan para poder ser reutilizados.
Es decir, el coste que
normalmente supone reutilizar un proyecto ya existente “sobre todo si es
comercial” aunque bastante a menudo también en los realizados a medida, suele
ser muy superior a realizar un desarrollo ad hoc para el propósito que se
plantee. Y lo que es todavía más importante: suele ser de menor
calidad ya que al final se nota que
lo que se ha hecho son parches y la calidad del aplicativo/servicio se suele
resentir demasiado.
Proyectos como @firma o
los servicios de intermediación son un ejemplo claro de proyectos de desarrollo
que sí son reutilizables porque se ajustan a las necesidades del proyecto que lo
solicita de forma no intrusiva. Y aquí va mi segunda afirmación
rotunda:
Los proyectos de
desarrollo que son reutilizables suelen ser orientados a servicios. A nivel de
aplicativos Web es difícil que sean reutilizables.
Normalmente el poder
reutilizar un aplicativo (con interfaz, BD y resto de componentes que atañen a
una aplicación) para dar soporte a una línea vertical de tu negocio es en la
mayoría de las ocasiones “misión imposible”.
Ahora bien, en proyectos
horizontales tipo plataformas de correo
electrónico, herramientas de colaboración, traductores a diferentes idiomas,
etc. aquí si que la reutilización es un
filón para el ahorro de costes sin menoscabo alguno de calidad en el
servicio.
En conclusión, los
desarrollos a medida son la mejor solución en algunos casos, pese a que existan
soluciones aproximadas ya existentes. Y por lo tanto espero que la aplicación
del Decreto de reutilización sea lo suficientemente flexible para saber
discernir aplicaciones susceptibles de reutilización y aplicativos que no lo
son, de tal forma que cada vez que quieras hacer algún desarrollo necesario no
te pongan mil trabas que lo único que consigan es hacerte perder el tiempo o incluso
abortarlo.
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