Existen casos reales esclarecedores de
porqué he titulado el artículo de esta forma:
- La administración x debe más de y millones en intereses por demora por no resolver a tiempo los expedientes z.
- Se dejan de percibir x ingresos por parte de la administración al no tramitar a tiempo los expedientes z
Posibles respuestas a estos defectos
de la Administración pueden achacarse a problemas de falta de apoyo
de las tecnologías en los procedimientos o malos funcionamientos de
la misma. Otra respuesta podría ser que el personal que gestiona los
trámites no está motivado y no realiza su trabajo de forma
conveniente. ¿Pero realmente son esas las causas?
En mi opinión, aunque efectivamente
son dos factores importantes, es necesario analizar con más detalle
si se quieren descubrir las causas cruciales en los retardos de
tramitar y resolver expedientes.
Como bien han comentado muchos, la
tecnología no es la panacea. Primero se deben diseñar
eficientemente los procedimientos, luego se debe distribuir
adecuadamente el personal y conformar convenientemente las
estructuras organizativas y finalmente se debe contar con las
tecnologías para su mayor eficiencia.
El orden de estas actuaciones
comentadas es muy importante y debe respetarse.
Vamos por partes:
1 - Diseño de
los procedimientos. El trabajo que se está haciendo en la
Administración para sustituir el papel por comunicaciones
electrónicas está ayudando y mucho a rediseñarlos. La
informatización de los procedimientos no sólo contribuye a la mera
automatización, sino que da un paso más analizando posibles
duplicidades o tramites redundantes. Hasta ahora nadie se había
cuestionado la utilidad de ciertas fases y ahora se descubre que son
innecesarias y alargan el procedimiento.
2.- Distribución
organizativa adecuada a las necesidades. Determinados procedimientos,
pese a haber tratado de optimizarlos, son complejos per se. Además
la administración, dada su condición particular es muy garantista,
por lo que no se deben omitir trámites adicionales como la
contabilización y fiscalización. Esto conlleva que para resolver
determinados expedientes, sea necesario recorrer distintas unidades,
como por ejemplo: un Jurado, una unidad de tramitación, la
intervención, la abogacía del estado, la unidad que gestiona el
gasto, la Dirección General del Tesoro etc. No es ninguna
exageración decir que algunos expedientes deben pasar por 5 o 6
unidades diferentes antes de poder ser resueltos.
Inevitablemente el
tiempo de tramitación se va a alargar y, por ende, dará lugar a
intereses por demora, a cobrar menos debido a caducidades o a atrasos
en las resoluciones.
Si analizamos este
tipo de tramitaciones podemos encontrar una serie de patrones que
hacen que el procedimiento sea lento:
- Trasiego de documentación entre unidades. En ocasiones puede faltar documentación, lo que supone repetir distintas fases.
- En ocasiones se plantean las mismas dudas en cada unidad por la que va pasando el expediente.
- Algunos organismos solo deben validar y ratificar que todo es correcto.
Teniendo en cuenta
esta casuística, ¿no sería mejor que los órganos encargados de
tramitar y de fiscalizar o ratificar hicieran su trabajo al unísono?
De este modo podrían solventarse algunos de los retrasos citados.
Ya existen
sistemas de colaboración potentes con videoconferencia incorporada
que facilitan el trabajo colaborativo.
¿No sería más
optimo que la organización de las personas fuese más orientada a
procedimientos que a actividad? Esto parece complicado, pero quizás
habría que ir buscando la posibilidad de que aquellas unidades que
siempre estén relacionadas compartan ubicación. De esta forma, se
evitarían intercambios de expedientes de ida y vuelta, ya sea de
forma tradicional o mediante intercambios electrónicos. Con los
ajustes y supresión de algunas unidades he constatado mejoras en
este sentido. Lógicamente, conllevan una gran simplificación de la
tramitación.
Tampoco ayuda la
poca flexibilidad y escaso dinamismo para cubrir necesidades de
personal si se quiere lograr una distribución organizativa eficaz.
No en pocas ocasiones ocurre que una Unidad esté sobrecargada de
trabajo mientras que otras carecen de ocupación. La lógica
exigiría el traspaso de personal de una hacia la otra. Sin embargo,
dadas las dificultades de movilidad existentes, los Subdirectores
tienen miedo de dejar marchar a sus funcionarios pues, en caso de que
en un futuro -inmediato o no- los necesiten, no los podrán
recuperar. Ello unido a que las plazas vacantes se amortizan, por lo
que dicho puesto directamente desaparece.
3.- Apoyo de las
tecnologías para tramitación eficiente y eficaz.
El buen funcionamiento de una
aplicación es inversamente proporcional a su complejidad. De
ahí que ahora imperen aquellas sencillas, elegantes y de fácil
manejo.
De hecho, las aplicaciones que se
centran en resolver exclusivamente una única tarea y que no están
integradas con ninguna otra, están teniendo gran auge y muy
buenos resultados. La razón es que son más fiables (tienen menos
errores), más sencillas de utilizar y el tiempo de aprendizaje de
uso es menor.
Por tanto, si se
han hecho bien los deberes, el procedimiento está bien diseñado y
la organización está pensada para resolverlo adecuadamente, no
habrá que implementar una aplicación que comunique a cuatro
organismos distintos (con todo lo que eso conlleva en cuanto a
rechazos, subsanación de errores, integraciones con otras
aplicaciones, etc) sino que gozará de un diseño más sencillo y
eficaz.
Las aplicaciones a veces son complejas
porque la organización y los procedimientos lo son. Si éstos fueran
adecuados, el traspaso a la tramitación electrónica seguramente sea
más eficaz.
Completamente de acuerdo en que digitalizar los proedimientos actuales es a menudo ineficaz e ineficiente, aunque resulte ineludible a corto plazo.
ResponderEliminarEn un mundo ideal, diría que hay que partir de una racionalización de la organización, los procesos, y los medios, por este orden.
Sin embargo, mientras nos desesperamos por una solución "desde arriba" a gusto de todos, hay muchas cosas que podemos hacer con enfoques "desde abajo".
Cada vez que mejoramos nuestros propios procesos, y cada vez que obtenemos una pequeña concesión de las áreas de negocio, muchas veces a regañadientes y con desconfianza, para hacer algo de una manera mejor, quero creer que estamos mostrando el camino.
Será el "crowdsourcing" interno la próxima punta de lanza de la modernización administrativa? :)
Hola Ruben,
EliminarSi coincido contigo en que pese a nuestras limitaciones tenemos que tratar de hacer aquello que está en nuestras manos. Dando pequeños pasos cada uno en lo que puede, aunque de momento falte bastante coordinación, al final se consigue bastante.
Hay que confiar en los TICs para modernizar la administración ya que las tecnologías son la clave. Por esa razón los TICs deberían participar activamente tanto en decisiones de racionalización de organización como en diseño de procedimientos. Si no se tienen en cuenta, se corre el riesgo de definir modelos poco convenientes para el diseño de aplicaciones sencillas que dificultarían la modernización administrativa