El ambiente festivo reinante se negaba a irse todavía,
extendiendo su sonrisa un poco más si cabe. Marcos había aprobado hace no mucho
las oposiciones y desde hacía menos de un año ya ejercía como funcionario directivo
de nivel medio. Un trabajo muy duro en
épocas opositoras unido a su gran brillantez, no pasaron desapercibidos y pronto recaló en proyectos de envergadura en
el ámbito público.
Cualidades no le faltan, es un chico joven pero maduro, en
plenitud física y mental. Sabe escuchar
y en particular los consejos de su madre son verdadera religión para él.
Siempre le ha ido bien siguiéndolos. Además,
¿quién puede darle mayor sabiduría que la persona que lleva sus propios
genes, tiene experiencia vital y además es la que más le quiere? No hay debate
posible.
Esa misma mañana precisamente su madre le ha hablado de lo
importante que es desempeñar bien el trabajo. – Una de las mayores
realizaciones que hay en la vida es tratar de hacer lo mejor que uno sabe sus
quehaceres laborales. No te escaquees. De ese modo se acuesta uno cada día con
la conciencia tranquila. Trata de hacer caso a tu jefe y cumplir, así te irá
bien – le dice.
Camino del trabajo, consigue colocarse bien y obtiene como
recompensa un asiento en el metro. Son diez paradas seguidas, sin transbordo, y
uno de los placeres que más valora diariamente es poder leer en el metro.
Cuando puede, eso sí.
Lee ávidamente en el trayecto.
Ha perdido la cuenta los libros que ha podido devorar desde que empezó a usar
el transporte público cuando era un chaval. Muchos de sus acompañantes, se han
pasado al móvil, abandonando lecturas
más profundas. Él también lo probó, necesitaba ver que tenía de encantador para
haber desbancado una buena lectura y copado todos y cada uno de los vagones,
pero nunca le cogió el gusto. Tentador por comodidad, pero sin poso suficiente
en su mente.
Esta vez, el artículo en sus manos trata sobre la
colaboración en la administración pública. Habla de establecer sinergias, eliminar
redundancias, de ineficacias,… Es interesante. Su idea central, es la
cooperación, en como la estrategia principal de los organismos debe ser la
complementariedad en lugar de buscar la diferenciación o destacar por encima
del resto. No es un entorno competitivo
y, por tanto, la estrategia a seguir no debe ser como el ámbito privado. Él no
puede estar más de acuerdo con la tesis. Sigue disfrutando con la lectura y en
cierto modo, le da pena cuando debe apearse del metro. Pone la señal para seguir
posteriormente, y mientras camina su mente se proyecta hacia las ideas leídas.
Ya está en el despacho un día más. En realidad, cuando empieza
la jornada sigue experimentando esa sensación de inquietud sobre lo que pueda
ocurrir. No se estresa por ello, considera que es normal dado el poco tiempo
que lleva, además debe adecuarse al contexto de incertidumbre continuo en el
que se ha instalado.
Su jefe ha venido a verle a primera hora. Le sorprende un
poco y le tensiona, sabedor de que no es normal que sin tiempo prácticamente para
sentarse ya esté allí presente.
- Marcos, necesito que en la próxima reunión que
tengas con ellos, lideres el proyecto y que el otro organismo sepa claramente
que es nuestro proyecto.-
Según terminan la conversación, y todavía agitado por la
presión que acaba de recibir, otro alto directivo también se asoma y le
comunica:
- Trata de priorizar el desarrollo que hemos
hablado, porqué si tardamos mucho otro órgano se nos va a adelantar y nos lo va a quitar de las manos ahora que
tenemos esta gran oportunidad.-
Ambos encuentros chocan de raíz con la idea recién leída en
el artículo sobre cooperación en el ámbito público. Se queda patidifuso y con
ganas enormes de rebelarse pero, justo cuando lo va a hacer, recuerda las
palabras de su madre. Finalmente opta por guardar silencio hasta que se han ido
y medita.
Es la primera vez que pone en tela de juicio un consejo de
su progenitora. Lo hablará con ella.