Esta
célebre frase de Voltaire argumenta que es preferible hacer una cosa
con una calidad buena en un tiempo razonable, que algo excelente o
perfecto dedicando a la tarea un tiempo excesivo.
Actuar
en consonancia con lo dicho en esta frase depende de la forma de ser
de cada uno. Si una persona tiene un carácter bastante
perfeccionista y reglado, difícilmente podrá obrar en detrimento de
buscar la solución fetén.
En el
mundo del desarrollo del SW esta disyuntiva entre buscar la
perfección o encontrar una solución decente cobra especial
importancia y a menudo es preciso decidir entre estas dos
alternativas.